El dolor de hombro es el tercer motivo más frecuente de consulta hacia un traumatólogo. En algunos casos este puede deberse a la artrosis, un proceso degenerativo que afecta al cartílago articular y que termina produciendo dolor y limitación para la movilidad y función de los huesos del brazo.
En estos casos el problema puede solucionarse mediante un procedimiento quirúrgico que consiste en sustituir la superficie de la articulación dañada por un recubrimiento nuevo artificial (una prótesis).
La artroplastia total de hombro a demostrado ser una técnica quirúrgica reproducible y segura en nuestra especialidad que ofrece unos resultados excelentes en cuanto a la mejoría del dolor y la recuperación de la función. No solo es un procedimiento de personas mayores, sino que con los diseños más recientes es aplicable a gente más joven con unos resultados también excelentes, pudiendo permitir el retorno a la actividad laboral y deportiva previa.
Es la tercera en frecuencia en nuestra especialidad tras la rodilla y la cadera y quizás las que han tenido un mayor auge en los últimos tiempos. En comparación con ambas supone un procedimiento con un menor riesgo quirúrgico y aun así no goza de la popularidad de ambas.